GUARANI 2 - OLIMPIA 2
Guaraní, con un Julián más inspirado que Leo Da Vinci a la hora de retratar a La Monna Lisa, se puso en ventaja tras un golazo. Al minuto del segundo tiempo, los de León ya estaban 2-0 arriba producto de la anotación de Mendoza. En esa complementaria la mejoría olimpista se redondeó _aparte del bajón notorio, desde lo físico y anímico del Aurinegro, situación ya marcada públicamente por Angel Ortiz_ con ese tanto tremendo de Nelson Romero, quien dejó a varios en el camino y definió excelentemente. Quique Meza, sobre el final, hizo el empate definitivo. El Cacique está a seis de la cima, se frenó y La Franja se encuentra a 9, todavía lejitos.
Olimpia se recuperó considerablemente. El partido contra Guaraní, en Sajonia, se le presentó harto complicado y para colmo, perdía 2-0. La continuidad de Nelson Romero en el campo fue la clave, puesto que nunca desistió y volvió a ser clave: En esta ocasión para lograr un empate que, lejos de influir en la tabla, para bien, otorga confianza y genera entusiasmo.
Todo parecía perdido y a partir de la credibilidad y la fe, La Franja se hizo fuerte, tras un primer tiempo en el que estuvo 2-0 abajo, en el que don Luis Cubilla ya metió un par de cambios pasada la media hora y a su vez una etapa en la que Antonio Arias dejó pasar un penal en perjuicio de Ferreyra.
Guaraní fue efectivo, se lo vio suelto, rebelde. Julián Benítez, uno de los sindicados de no correr lo necesario, en la intervención que poco tacto tuvo por parte de Angel Ortiz, quien mandó al frente al delantero y a otra gente. Juli, en línea frontal a la portería, sacó un latigazo que puso en ventaja a La Toldería. Olimpia, estando out, evidenció pasajes descoordinados, nerviosos y faltos de ideas. Fue al vestuario con un 2-0 en apariencia lapidario. Jorge Mendoza, con otra bella conquista, puso al Aborigen bien arriba a la media hora.
Trató La Franja de equiparar la cuestión en el sector medular. Le costó. Pero de a poco lo consiguió. Guaraní, sobre todo desde el complemento, se volvió a quedar. Caminó la cancha nuevamente y eso, ante el hambre y la verguenza deportiva, es dar más que ventaja.
Romero, insistente, encarador, chuleó al rollete y acortó la diferencia antes de los 30'. Y acto seguido, para toda la sorpresa legendaria, en posición ofensiva Enrique Meza fue autor de la paridad definitiva.
Estuvo para cualquiera el resto del compromiso. Pareció que al sentir el golpe del empate, Guaraní, con lo que le quedaba, fue a buscarlo. La Franja, que ya había demostrado lo que era capaz, se animó doblemente y siempre dejó la sensación en cada intervención de Romero o aparición de Ferreyra.
Lo también cierto es que la paridad no hace otra cosa que impedir que Guaraní, el mejor posicionado, descuente puntos importantes. Queda a seis de lo más alto mientras que La Franja a nueve.
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